sábado, 24 de octubre de 2009

¡QUE TAL PULMON!

El ensayo de estas líneas permite ejercitar uno de los órganos más importantes que posee el cuerpo humano, el cerebro, pero no por eso es menos importante otro como es el pulmón órgano que permite dotar de oxigeno a las funciones vitales de las células que nos permite vivir, pero también la palabra pulmón tiene otras connotaciones en el lenguaje coloquial como por ejemplo cuando decimos el pulmón de la ciudad, esta se refiere a un área verde o espacio poblado de plantas que existe en una población urbana; u otras cuando el comentarista deportivo menciona que un “x” jugador es el pulmón del equipo, se refiere a su capacidad física de recorrer todo el campo y el partido sin mostrar mayor cansancio, etc.

Bueno pues, hasta aquí no pasa nada, pero ocurre que estos últimos días, el pulmón ha sido motivo de noticias, pero para exponernos ante la mirada del mundo como los consagrados cleptómanos, es decir, con una propensión morbosa hacia el hurto, miren pues, que casualidad que en el Perú suceda esto, y sea por un pulmón artificial o de material suponemos descartable que haya sido “sustraído” o “robado” de una exposición del cuerpo humano en la ciudad de Lima. Quizá sea que el sujeto sustractor podría haber sido un bromista que tuvo deseos de molestar a la Señorita. Que de inmediato puso la denuncia. Y la policía peruana tuvo que invertir personal y recursos para efectuar su trabajo de investigación, pero obviamente sin resultado alguno.
Por qué? Según últimas informaciones, es mas ya existe una investigación judicial al respecto, en el sentido que todo esto habría sido una FARSA, vale decir una obra dramática sin gracia, chabacana y grotesca de dicha empresa o responsable de ella que con el afán de hacer noticia, llamar la atención para vender entradas para su exposición, acaso no ha tenido estrategias de marketing un poco más honestos, que ha tenido que recurrir a recursos totalmente reprochables y sancionable por la falsedad de dicha denuncia.
Que tal pulmón, esperamos que este disgusto y afrenta a los peruanos sea sancionado ejemplarmente y no vuelvan por acá aquellos que nos quieren tomar de “cholitos rateros”. Porque los PERUANOS somos dignos, trabajadores y honestos, nuestros problemas sociales existen como en toda parte, pero tan mínima con relación a la mayoría de peruanos que no se puede generalizar.

CHEZSAN Q’ JACIR

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