Entre muchos archivos personales hallé un escrito que me llamo la atención, era una de varios escritos como apuntes de estudiante cuando estuve en el Pedagógico MFGB de Ferreñafe, de inmediato lo reconocí y se me vino a la mente una de las horas de clases de matemática que compartiamos con el Prof. José Pablo Capitán Ayudante, MAESTRO que hacía muy divertido y entretenido las horas de matemática a través de las narraciones sobre la historia origen de los de los números, como era la matemática en la epoca antigua, etc. pero ahora me doy cuenta, que todo esto no ha sido otra cosa que recursos didácticos para motivar y mantener el interés y atencion en la clase. Bueno pues, entre unos de estos recuerdos y enseñanzas está la carta de un matemático a su novia, que hoy comparto con ustedes. Espero sea de su agrado, por lo extenso del mismo hoy, solo transcibo la primera parte:
Srta.
ALFA COSENO
Aqui mismo.
Mi sin par amiga.
Hace tiempo que nuestro binomio no marcha como es debido y dispuesto a resolver el problema, he despejado la incógnita de tu conducta, observando que estas dividida por la mala intención, a lo que debe sumarse tu ingratitud multiplicada por un exceso de confianza, aumentada en la maligna creación de imaginar que me tienes encerrado dentro del radical de tus antojos.
Debres saber que he descubierto un axioma, que me indica claramente que la mitad del amor que tu me tienes es igual al interés por mi capital y la otra mitad es justamente el triple de mi tremenda bobería en no querer ver la realidad de las cosas, frente al alto coeficiente de tus engaños, de lo que es fácil deducir que eres una vulgar convenenciera.
Después de igualar a cero la ecuación de tu proceder y transponer al segundo miembro la venda que me cubría mis ojos, llegué a la conclusión de que es de segundo grado tu locura y luego de efectuar las operaciones indicadas en el paréntesis de la duda, he hallado con harto descuensuelo, que la tangente de tus antecedentes, no está de acuerdo con la derivada de tu conducta enteramente desviada y en función de mi parecer te digo que el producto de la masa de tu infidelidad, por la aceleración de tu infamia, da por resultado la tremenda fuerza con que yo me quiero separar del binomio que habíamos formado. Ahora, sumando miembro a miembro tu descomunal frescura y de paso quitando los denominadores de tu hipocresía, obtuve por resultado que el resíduo de la división que hay entre nosotros, es igual o menor que nuestro mutuo cariño, pero nunca mayor que la indiferencia de nuestros caracteres con la que se refuerza la desigualdad de nuestras opiniones. (...) Próxima, parte final de la carta.
|
Rjsq:22-10-2022 |